Washington, 27 mar (Prensa Latina) El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está desesperado por lograr un segundo mandato aún si pone en peligro la vida de sus compatriotas, asegura hoy un informe de prensa.
El sufrimiento económico causado por la crisis del nuevo coronavirus se está volviendo cada vez más grave, lo que representa un gran peligro político para Trump y aumenta las apuestas por su impulso para reabrir la economía, según un comentario publicado por el diario The Hill.
El mandatario parece que podría tirar los dados presionando para abrir la economía en Semana Santa aunque hacerlo sería contrario a los consejos de la mayoría de los expertos en salud pública, sostiene la publicación.
Pero -añade The Hill- el presidente parece desesperado por luchar por un segundo mandato con al menos alguna evidencia de que lo peor pasó y que la economía se está recuperando.
El jueves por la mañana, datos actualizados mostraron que los nuevos reclamos de desempleo se habían disparado a 3,2 millones durante la semana anterior, una cifra más de cuatro veces mayor que el máximo histórico anterior, que ocurrió en 1982.
Casi todos los economistas están de acuerdo en que Estados Unidos pronto estará oficialmente en recesión, y se espera que el producto interno bruto caiga precipitadamente al menos durante el segundo trimestre.
No obstante, este jueves Trump insistió en que las cosas «van a estar mejor que nunca» una vez que pase la crisis y en ocasiones anteriores, prometió que la economía volvería a «rugir», plantea el diario.
Pero simplemente no hay forma de que la economía pueda recuperarse rápidamente de un choque sísmico, según la mayoría de los economistas.
Un presidente que previamente se jactó de las ganancias del mercado de valores durante su mandato vio esas entradas financieras en gran medida aniquiladas, aunque algunas pérdidas fueron reducidas por un repunte al alza de tres días esta semana.
Observa The Hill que incluso algunos aliados de Trump están preocupados por su impulso para reabrir la economía a mediados de abril, por temor a que un resurgimiento del virus sea catastrófico, tanto en términos de salud pública como políticamente en términos de las esperanzas de reelección de Trump.
El profesor Allan Lichtman de la American University, uno de los pocos pronosticadores prominentes que previó la victoria electoral de Trump en 2016, afirmó que ningún partido se aferró a la Casa Blanca «en medio de una recesión, incluso recesiones extremadamente leves y desvanecidas como en 1960 y en 1992.»